Amistades.

Muchas veces, quizás reniego demasiado sobre las amistades pero para mi son todo.
No existe nada tan gratificante como las amistades, bueno, si, los amigos.
Si el día tuviera 30 horas, estarían todas ellas junto a vos, en cualquier momento, por cualquier circunstancia. Nunca te cerrarían la puerta de su casa, nunca te dejarían a pata, jamas te cambiaran por una mujer y sobre todo lo demás, siempre habrá una mirada atenta o un abrazo cuando exista la tristeza o el dolor.
Tengo y tuve varios amigos, olvidados, lejanos, de la infancia, de una sola noche, de varias noches, de alcohol, de las drogas, de la música, de los que ya no quiero ver y algunos otros que no recuerdo. Todos ellos, aportaron a está caja un gramo de su esencia lo cual llena un poco más el mismo vació que otros van dejando, es una cadena que no tiene fin.
Vivir o no vivir aquí, verlos o no verlos o el simple hecho de extrañarlos ya es sinónimo de amor.
Los quiero amigos.


(Aquel que no este etiquetado y se considere un amigo no entre en el clásico juego del reproche, simplemente exprese su sentimiento, no me alcanza ni el facebook para etiquetarlos a todos).

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