Celda de infinito.

El tipo se canso de andar. Durante mil noches sus piernas corrieron, avanzaron incontables metros pero el paredón que le recordaba el lugar de partida siempre estaba junto a el. En su celda de infinito renacía segundo a segundo, esperando la apuesta que lo dejara en libertad, que hiciera desaparecer el miedo y el placer. El Siempre se la juega a todo o nada, nunca arruga, nunca se echa atrás, sabe que salir de esta prisión le es imposible, pero tambien supo en su momento que la puerta estaba abierta para todos y que se la pintaron inocente e incapaz y se trago la mentira, se comio la bazofia. Se confió demasiado a si mismo, pero la primer noche le mordió el culo.

A el que sueña despierto.

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©2009 Augusto Rivarola | by TNB