El tipo se canso de andar. Durante mil noches sus piernas corrieron, avanzaron incontables metros pero el paredón que le recordaba el lugar de partida siempre estaba junto a el. En su celda de infinito renacía segundo a segundo, esperando la apuesta que lo dejara en libertad, que hiciera desaparecer el miedo y el placer. El Siempre se la juega a todo o nada, nunca arruga, nunca se echa atrás, sabe que salir de esta prisión le es imposible, pero tambien supo en su momento que la puerta estaba abierta para todos y que se la pintaron inocente e incapaz y se trago la mentira, se comio la bazofia. Se confió demasiado a si mismo, pero la primer noche le mordió el culo.
A el que sueña despierto.
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