Detrás del espejo

¿Y si detrás de ese espejo habitará otra parte de mí? ¿El reflejo hace eco de está realidad o de otra que se está burlando de mi al mismo tiempo?
Una noche de noviembre que se vestía de carnaval, tome unos minutos para estilizarme al espejo o solamente para jugar un rato con el concepto de la "belleza", frote mis manos, por detrás tome el pelo más saliente del espejo con ideas de amoldarlo al estilo que concurria conmigo esa noche. Al levantar la cara despues de un lavado, desestime que había un retraso, como especie de delay que sucedía justo enfrente mio, como si mil novecientos ochenta y un deja-vú se metieran en estás pupilas y las hicieran poner tan lisergicas, fue un instante tan figurativo que sentí la ingratitud del poder.
Las caras detrás del espejo fruncían y renegaban sobre intimidades que nos podíamos y cuchichear contar con la mirada, después de todo habiamos escrito un acuerdo pre-amistad para no perdernos y destrozar aquella divinidad. Quedamos en encontrarnos todos los 27 de noviembre por la noche, nuestras caras se ven parecidas en aquel espejo esas noches y los dos nos afeitamos para hacer la situación un poco más formal.

despues de todo, no está tan mal visitar a nuestro yo de otra dimensión.


Augusto Rivarola

1 comentarios:

M O dijo...

Y si el que está del otro lado del espejo piensa exactamente lo mismo de nosotros cuando nos ve? Ponete del otro lado, también seriamos un reflejo-

 
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