Somos los idiotas de siempre, que por tener lo ultimo endeudamos nuestras vidas, al final, nuestra proyección en este mundo es producir todo el tiempo, somos las hormigas de está gran pecera.

Me decido a no conocer tus días, tus rutinas, a perder nuestros anacronismos y a refugiarme en la maleza por el simple hecho de darle al tiempo lo que más le gusta, nuestras vidas.

Vas simulando creerte aquella idiotez crónica, las redención te hace transpirar y no sabes a donde apuntar con tus ojos. Al parecer las pupilas se agradarón y no quedo nada más que oscuridad, acá estoy yo, en el fondo de todo esto, esperandote.

Más inherente que vos y yo, es tu fidelidad a la estúpidez de amar un amor ficticcio.


desfilemos, revolquemonos en el altar, sin vacliar, sin pensarlo tantas veces. Ofrescamos nuestras sonrisas, definamos el esplendor y pintemos la música, hagamos de nustros cuerpos un rompecabezas y armemoslo, disfrutemos el poco tiempo que nos queda.

Me decido a no conocer tus días, tus rutinas, a perder nuestros anacronismos y a refugiarme en la maleza por el simple hecho de darle al tiempo lo que más le gusta, nuestras vidas.



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