Sobre tus cambios.

No aceptemos la realidad, no corramos en paralelo a todos esos autos y camiones que van por la carretera, no nos atemos al amor o como sea que se llame.
Tus ojos cambiaron de color, tu cabeza se maniato hasta apropiarse de los nudos que la atrapan y para pasar a verlos como algo tan natural, como la lluvia o el sol debe ser abrumante, crecer no es retractarse de las palabras que te dieron fuerza, crecer es aumentar esa expectativa, mirar al sol y no encadilarse, sulfurar a cualquiera que no sea compatible con nosotros y poder ser felices como somos, como nos educaron y como aquella música nos hizo ser lo que somos (porque confió en eso).
Cuando aquel día, destine gran parte de toda está impresión hacia aquella dama de filo doble o doble filo, me percate que su mirada se quedo con algún alba o con algún amanecer de parque sur, que su horizonte celeste empapo la noche de sensaciones multicolor que acudían al reflejo de los polarizados tan tecnologicos, tan sobrios y tan elegantes.
Se marchito la flor que había crecido en mi corazón, se seco y elegiste hundirla entre medio de algunas hojas que quedaban de tu carpeta, me desilusiona todo eso, no quiero ser un recuerdo.


Augusto Rivarola.

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