Vomitar es el karma de esta boca, que tanto dice y tanto oculta
es el ultimo instante de hemostasis, donde todo empieza a quebrarse
asusta esa miseria de desigualdad, aquel amor anárquico que nunca fue.
Cae la noche, se suman los gritos, aparecen desde muy dentro quemando la garganta.
auyidos y ecos nuevamente, tu garganta es una autopista transitada de indiferencia
vomitar es aparecer y desaparecer al mismo tiempo, desnudar el alma
empezar a relucirse de cuestiones tecnicistas, disfrutar el abismo
abismo que en vez de tragar, puede pensarse y aprenderse
robarle esa esencia, tragarnos su orgullo y comernos su ironia.
Vomitar.
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