Y es entonces cuando los muros se destapan los ojos
paredes que empiezan a estancarse en recuerdos
imagenes entre Eneros y Abriles que le abordaron la conciencia,
disimulando aquella distracción que la obligo a caminar hasta aquí
destruye orgullos, aflige a los sensibles y endurece a los frígidos
rostros que como arboles estacionados en el otoño
descansan en viejos bulevares y avenidas céntricas.
Resulta sorprendente cuan caro es sacarle aquellas vendas a tus muros
parece que la indiferencia se robo el guión y conduce el inédito film
parece que indica, que presiona y que los tobillos empiezan a temblar
parece al fin, que todo el peso de los recuerdos, terminan en este cruento anecdotario.
Dedicado para el impulsor de está obra literaria, Esteban Baldomar.
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