Rock Duhalde. (Tomarse su tiempo)


Tal como se puede apreciar en la imagen, el slogan de la ciudad del cemento, de la ciudad con "La cultura como punto de encuentro" es más que obvio. Prohibir.
La música, expresión cultural, humana y social está limitada por estrictas reglas que surgen irónicamente desde la oficina en la calle Rivadavia en pleno centro Olavarriense.
Allí nacen, crecen y habitan las políticas opresoras que el gobierno instauró con afán en una sociedad sumisa, la cual nunca retruca ni emparda ninguna de estas decisiones, logrando crear este acostumbramiento al que tantos vehemente acostumbrados.

Parece que el fantasma de Duhalde se metió en el ámbito de la música prohibiendo algo más que la diversión nocturna. Esta vez se lo tomo enserio e hizo su mejor esfuerzo por aplacar la cultura y la expresión cultural en su mejor forma, intentando que los movimientos culturales estén quietitos y por tiempos inertes, en horarios que "deberían" ser respetados por la inevitable acción de su "Control Urbano", esos que en las calles acechan peor que aquellos que salen a robar lo que el sistema no les pudo brindar.
En ellos recae la total impunidad que nadie más podría poseer, esa mirada inmortal que el propio gobierno les brinda con el abuso de poder que ellos también extienden al decretar cualquier cosa que por sus cabezas y en sus manos trascienda.

Recuerdo tiempos atrás, cuando todavía existía el gigante boliche que ahora es utilizado para la predicación masiva de valla a saber que cosa, como las leyes y ordenanzas no hacían efecto allí, como un fuerte o una nación independiente dentro de un país, como Ciudad del Vaticano en Italia, donde se podría hacer y deshacer de la forma más gustosa o de acuerdo al poder adquisitivo que uno tuviese, queda expuesto que las cometas no solamente vuelan en el predio anexo a la facultad de ingeniería, también se pueden ver sutilmente en las puertas de dichos lugares.
La problematica actual que intentaré especificar intentando no hacer tan extenso este articulo, es la del horario previsto mediante decreto para que las auguraciones musicales, shows, o lo que carajo fuese se extiendan hasta las tres de la mañana.
¿Acaso la expresión musical, los shows en vivo carecen de contenido para que el público disfrute? ¿Acaso la cultura no es lo que importa? ¿O la cultura que busca nuestro gobierno es la de la discriminación que se ve en los boliches bailables?, donde las normas de admisión no están expresas estrictamente como lo dice la ley.
Hay que empezar a entender que la brecha social esta instalada, que las diferencias son obvias y que el poder adquisitivo hace que los intereses tampoco sean los mismos y es por eso que el gobierno tiene que aplicar decretos y ordenanzas, respectivas a las realidades diferentes que viven sus diferentes partes de la sociedad. (Quierase o no es así)

Posibles problematicas por los cuales el horario se extiende hasta las 03.00hs:
Está en claro que como ciudad obrera, los vecinos no están acostumbrados al "barullo" y "ruidos molestos" que provocan nuestros equipos, baterías, voces coreando y gritos de aliento a los músicos, para lo cual existe una solución mucho más alentadora que limitar el horario.
Para ello y para este "posible problema" existe un método que se llama aislación o acustización del lugar donde se realizan los eventos de este tipo.
Aclaremos que acustizar o aislar un lugar puede ser costoso, pero el real costo de hacerlo o no, es la desaparición de excelentes proyectos culturales e innovadores por falta de espacios físicos para expresarse, lo cual es mucho más peligroso que gastarse unos mangos en lo anterior, después de todo recordamos que nosotros somos los que contribuimos y pedimos una equitativa redistribución.
Entonces está confirmado que es más importante gastar miles de pesos en fuegos artificial es, que proporcionar créditos o micro-créditos para que los gestores culturales, lugares de expresión puedan prepararse para trabajar en paralelo y en paz con los vecinos.
Obviamente quedo demostrado también que todo este tiempo, fue más fácil prohibir que trabajar, Podar cruelmente los arboles de la plaza central en vez de limpiar todas las mañanas los excrementos de los tordos, demoler los edificios, aquellos que nos hablan de quienes somos en realidad y construir rectángulos y cuadrados con gente dentro de ellos, jamás paso por sus cabezas conservar su fachada y la arquitectura de la ciudad.

Hagamos algo, pidamos una extensión horaria, que el rock no tenga tiempos ni horarios, que la cultura se pueda apreciar todo el tiempo, que esta sumisión que cae sobre nuestra sociedad se borre definitivamente, que la unión hace a la fuerza y que todos juntos, moviendonos como en manada consigamos nuestros propósitos. Obviamente, esto requiere de trabajo y esfuerzo, de generar una opinión critica fundamentada, de no claudicar y de darle inicio a este movimiento hoy, mañana y todos los días.
Hoy, mañana y todos los días, es momento de hacer algo para cambiar, para cortar la fruta podrida del árbol y darle paso a una nueva creación, a una nueva y fresca sensación de cambio.

Augusto Rivarola




2 comentarios:

male dijo...

me encanta lo que escribis! si tenés 20 años..harian falta varios pensadores jovenes como vos!

Anónimo dijo...

willy. me reservo lo de "salen a robar lo que el sistema no les da"-entiendo la sit social actual pero de ninguna manera justifico nada, a todo se sumo una falta de actitud hacia la posibilidad(utopica a veces cierto)pero cuando tocan lo que uno con esfuerzo logra duele,y ahi tambien me vuelvo consecuencia. lo demas es casi utopico, y caemos otra vez en nuestra viciosa charla sobre capitalismo, donde lamentablemente la cultura es un fin y no un medio( pensalo esto ultimo que tiene buen jugo)
luciano

 
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