Capitalina.

Ella ahora esta en su oficinita de lujo, toda equipada, tan aire acondicionada, tan capitalina.
Sus tecnologías le acercan a su amor y mientras tanto, yo estoy rodando por ahí, algún que otro tren me dejara en destino en algún lugar que hasta hoy desconosco.
La bañera decorada con cuarzo intentando borrar las imperfecciones perfectas, implantando esteticismos que pretenden esconderse detras de la cortina empapada con la humedad, mi lavamanos que se amigo con su oxido que aproposito, ya hacen una buena pareja todavía esta pensando cual fue su error, cual es su problema y quiere creer en algo, algo que vibre.
Estoy indignado y no es la razón para escribir este texto, el éxtasis del show me pone así, el éxtasis que ofrece mi música, el sentimiento de anhelar ese estado de insurgencia que te exita, los retractores de está experiencia y todo lo que perdimos en el camino, como un camión que va regalándole a la ruta toda su carga sin darse cuenta lo que generara, sin insinuar nada como si descuidadamente ofreciera su mercaderia sin pedir el canje impuesto, respondiendo a alguna divina ley de atracción .

Para saber lo que sigue, interpretamos las señales, las mismas que antes de ese proceso de interpretación debemos descubrir, catar sin miedo y saber diferenciar. Todo suceso tiene aviso, así como el cielo pregona una tormenta, tu boca adelanta una glamorosa traición
con sabor a rush rojizo.
Las luces tenues, los acolchados en el piso, la ropa interior tan desorganizada que busca armonía con el resto del cuarto ya no sucederá, no con nuestras interpretaciones, ya no seremos los actores que inundan este cuentito de adolescentes. Estoy dispuesto y convencido de lo que siento y es hora de tomarse seriamente, esta inherente cuestión.

1 comentarios:

valentina beltramella dijo...

hermoso hermoso esto si que es hermoso

 
©2009 Augusto Rivarola | by TNB