$olo por un día.

Sobre este calendario corporizado sobran las ganas de refutar, increpar y difamar costumbres que son necias y vacías, y se encuentran lejos de todo tipo de felicidad real o cierta.
Hoy me toca hablar de de "Solo por un día" y me refiero con mucha retorica con esto, al acto de consumismo idiota y hipocresía barata que generan los "Días $$$" que figuran en nuestros calendarios como "Día de la madre, del padre, del corredor de apuestas y del operador de maquinarias en la fabrica de Toy's u otros ejemplos que quieran añadirse posteriormente.
Noto en las personas un cierto interés en estos "psico-feriados" que se toman como jornadas especiales de una reflexión insulsa que al parecer se va tornando aburrida y hostil con el paso del tiempo y las degradaciones que sufren las sociedades actuales, con el aumento de los problemas y la total capitalizacion de los sentimientos que hoy en día corren todos en la bolsa como acciones.
Noto[2] en aquellos, que vacíos por el consumismo buscan gratificar o agradecer una presencia por aquella vía como algo totalmente loco y hasta contra producente para la sanidad de nuestras relaciones.
Al parecer, los placeres que pasan por el consumo la gran mayoría de las veces nos atormentan hasta en el calendario con días específicos de éxodos turísticos hacia los locales céntricos donde trabajan aquellos empleados que no están bien pagados y flipan con todo el movimiento que genera el mismo sistema de mercado, armadito así como está, intrepido y carcajoso.
Sobre el comercio mismo no hay mucho para decir, nos hacen sentir horribles e infelices con lo que tenemos, por lo cual debemos comprar lo que nos dicen y nos hacen creer que nos queda bien y como propiedad numero uno del ser humano es "creer en lo que se ve" ahí estamos, demorados en el peaje de la salida monumental (hacia otra realidad) de todo esto por el simple hecho de haber perdido la fe.

Hipocresías que duran 24 hs:
Y así nos manejamos, brindamos por la resistencia que tenemos a alejarnos de los sentimientos durante 363 días o 364 en años biciestos para en tan solo una cena o almuerzo, rellenar todos los vacíos que dejamos por el corazón frió que nos inunda con su alejamiento clásico seguramente bien argumentado por la falta de tiempo o la lastimosa rutina que "nos atrapa" (a los que se dejan atrapar).
Vivimos atados a ilusiones que despiertan gentilezas que crean ilusiones que luego se rompen con motivos altamente humanos que abruman al sentimiento de honestidad total y nos hacen sentir unos salvajes, he ahí la resolucion de todo esto, pues, los calendarios de consumo nos dicen cuando debemos amar, odiar, masificar o dialogar sobre ciertos asuntos que tachado dicho día quedan en el olvido para ser invocados el próximo año. Mientras tanto en algunos otros lugares, varios se relamen las manos contando los billetes que van a pagar su ataúd y su entierro, que los mantendrán con una vida llena de lujos y vulgaridades pero sin amor.
Ellos vivirán de esa forma y yo Augusto Rivarola Fredes de otra muy diferente.

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