quedaste mordiendo el aíre y hablando en soledad.

Permiso (fue la imprudencia) y al parecer hasta ahora era yo el inequívoco, acertado y indiscutible creador de la situación. Daban las circunstancias que semejante situación había incomodado tanto a las cosas que los lugares fueron invertidos y las miradas empezaron a colgarse de las ramas que se fueron por las nubes.
Queda demostrado que nadie esperaba semejante elenco, ni por real que pareciera podría ser actuado pues la instantaneidad no tiene precio y desenrosca varias cosas que simulaban con hipocresía estar otra vez en su lugar.
De ahogados yo se mucho, estuve en esa piel bastante tiempo me ahogue una y otra vez hasta tocar el fondo del océano, hasta respirar con los ojos abiertos las ultimas gotas de aire que después de claudicar iban a darle paso al agua en mis pulmones para que hiciera de las suyas. Primero las arcadas luego la tos y el final, sin más, los ojos no tuvieron ni la fuerza suficiente para cerrarse y quedarón abiertos ante la fría y humeda verdad que castiga a la vida con el palote más grande que encontró.
Las tomas transcurrían como escenas de un rodaje barato que no iba a llegar nunca a la pantalla, nunca iban a ser admiradas y mucho menos copiadas para que otros las compadescan, aquellos actores soñaban día y noche con incendiar las cintas que contenían el suculento drama que algún insensato escribió para interpretar ese domingo por la tarde.

- El tiempo ahora es azar y no entiendo porque el destino me trajó acá..
- Yo tampoco lo se (pensó con destreza)
- Podría atribuir todo esto a la coincidencia al encanto o al aburrimiento del destino que al parecer está jugando con alguno de nosotros, todavía no logro descifrar si es conmigo o con vos pero esto no me gusta nada.
- (Hubo silencio)
- Más de lo mismo, tu silencio genera ausencia y siempre fue así, las serpientes me inspiran a tu recuerdo, tenelo en cuenta. (pasos hacia el comedor)

(El silencioso dialogo fue aturdidor, todos los espectadores quisieron tapar sus oídos y cerrar los ojos para no ver, pero lamentablemente se confundieron y aceptaron que lo ideal seria cerrar también los oídos y aquello era inconseguible a menos que besaras aquella serpiente.
Y cuando hablo de cerrar los oídos aún desde la lástima misma me refiero al encantador dictamen que ofrece la señorita, el estremecedor estrago que nos hace cargar y la hermosa energía que nos trasmite, hay! si hoy pudiera tener esa energía, esos ojos y esas manos, si pudiera, haría el nuevo cielo y hasta podría aprender a cocinar, afeitarme y dejar mi música... (se sumergió en el sueño y durmió nuevamente)
Dejamos en claro, que aceptamos morfarnos un estrago, atarnos suavemente y con discreción a la fatalidad, amamos la idea de vivir a pleno de pisar la linea todo el tiempo y de salvarnos de la muerte una y otra vez. Pues, también me gustaría contar que al hablar de la muerte no simplemente hago referencia a la desaparición física sino a la extracción de nuestros sentimientos por parte del ente que nos regula, que nos aplasta y amolda a sus ideas y pretensiones, que nos roba la fidelidad y las ilusiones. hablo de esa muerte como seguridad, una defunción a la cual e puede asistir y ver en vivo y en directo, un rodaje que podremos comprar, copiar y vender nuevamente. Perdón por entrometerme tanto en tus historias pero entendiendo está circunstancia, la muerte ya no es lo mismo y no me asusta.)

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