Pensamientos de Fabian "Chino" Ribalta sobre lo sucedido con "La Gaviota Bar"



Hola Augusto:


Creo que hay que separar los tantos. Una cosa es la pérdida del espacio desde el punto de vista cultural e histórico-patrimonial y otra cosa es la cuestión del negocio intrínseco.

Por supuesto que el primer punto siempre es lamentable y es loable la iniciativa del grupo, pero las cosas no se modifican actuando sobre las consecuencias.

Creo que el problema parte desde el planteo original de los dueños de éstos lugares. No imaginan un espacio cultural, sino un bar donde se toque música en vivo, no importa quien ni en qué condiciones, sabiendo que eso les genera SU negocio con la venta de bebidas que tiene un margen de ganancia sideral. Con lo que cobran por una cerveza, le pagan a un músico en el mejor de los casos, porque en gral. sólo les dan un porcentaje del importe de una entrada irrisoria que casi nadie paga. Eso debe cambiar y son los músicos los que deben hacerlo. NO DEBEN TOCAR GRATIS. Y mucho menos para que el negocio lo haga otro.
Un verdadero espacio cultural parte desde la conformación del lugar en cuanto al ámbito físico y humano; una cartelera con propuestas de calidad superadora y donde se respete al artista. La Gaviota dejó de tener esas condiciones hace más de un año, cuando cambió su esquema de producción, tal vez creyendo erróneamente (como tantos otros) que tenían al público cautivo.
A lo largo de mis años como músico profesional he visto repetidamente la desaparición de estos espacios en Olavarría y la zona, siempre por las mismas razones.

El sueño azul del bar propio puede sonar muy romántico, PERO ES UN NEGOCIO y como tal HAY QUE SABER LLEVARLO. Se puede plantear así cuando todos los actores entienden que son importantes y se respetan y valoran entre sí. Si se bastardea la propuesta, se atenta contra el negocio. Si el negocio no funciona, atrás viene otro negocio.

Tengo un gran recuerdo de La Gaviota, cuando fui a presentar mi disco anterior ("Coplas+canciones") en abril del año pasado, con un marco de público espectacular; pero debo decir que esto fue posible gracias a una productora local, a la Municipalidad de Olavarría y a varios Sponsors privados. De lo contrario, hubiese sido imposible de realizar.

Desconozco si se puede salvar el espacio (deseo que sí), pero dejemos de reclamar que el estado resuelva todas nuestras incompetencias. Eso no es justo ni posible.
Como buenos argentinos, siempre vamos detrás de los hechos. Es hora de empezar a anticiparnos.

Saludos;

Chino.

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