desconexiones y confusión.

Rogaba por fin que el teléfono que haba permanecido en silencio sonara de una vez por todas para matar esa inexplicable nostalgia que sentía, pero al parecer, el silencio nació para apoderarse de aquel aparato y aunque haga todas las fuerzas con mi cara no iba a sonar hasta el momento mas inesperado. Llovía cuando escribí esto, es curioso que cuando llueve, la gente pierde los ánimos y se esconde detrás de algunas mascaras de impaciencia para luego dar paso a lo que se llama una bruma total que no los deja hacer nada significativo más que relajarse en su hogar y disfrutar de la vida al encierro, sera que la lluvia se creo con esos motivos o simplemente arruina todo a su paso?.
Lo trágico es que la lluvia me recuerda a vos en cada minuto, cada gota que cae es testigo fiel de varias noches de lluvia que vivimos encerrados por nuestra moralidad y picardía al momento de aprovechar la situación. Recuerdo una tarde de verano, lluvia torrencial y amor de por medio que dijiste "Quizás esto no dure para siempre, pero quizás no termine nunca" y cargamos unas caras de confusión y intriga durante algunos ratos.
El teléfono ahora se apago, no espera más tu llamado (aunque necesita hacerlo) se distiende para disfrutar el tiempo lejos tuyo que no es el mejor pero es disfrutable. Las ramas de los arboles por fin empiezan a tomar fuerzas y van a encarar está primavera con una nobleza asombrosa, al parecer, sus hojas, marcas irrefutables de vida quieren tomar otra vez las riendas y darle color a esta ciudad tan triste y gris. Ha vuelto a nacer otra primavera, primavera que cerca tuyo es eterna como la inmensidad lo es para mi, como el secreto de la vida lo es para vos y como este doloroso y pulcro amor cansa y repite pero nunca deja de ser amor.

Te extraño

Martes, 21 de julio, 2009

Willy

1 comentarios:

Agustinaa dijo...

Me encanta lo que publicaste!
Un besito Willy. Chuun

 
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